Se habían conocido en la cola del paro, un día de san Valentín. Una anomalía en el sistema informático les dio tiempo para entablar conversación y un chubasco brindó el pretexto perfecto para tomar un café a la salida. Ella buscaba trabajo por salir de casa y él para no tener que rehuir al casero. Aquella primera tarde se contaron sus aficiones y sus duelos hasta que Susana recordó que tenía que hacer la cena. Dudó unos instantes y le dijo a Jaime que si le apetecía llamarla, …