Por lo menos desde que el entonces príncipe de Asturias, hoy Felipe VI, tuvo casa propia, las fábricas doblaban el regalo a la Casa Real: un coche de alto “standing” para el Rey y otro para el príncipe de Asturias. Pude ver con mis propios ojos dos flamantes deportivos preparados para entregar a Su Majestad y Su Alteza en el mes de mayo de 2003: sendos Nissan 3502, dos puertas, color plata, dotadas de todos los accesorios opcionales. Hasta ahora la casa japonesa ha entregado a Su Majestad 16 magníficos automóviles, una práctica que, era seguid