Quizá seáis conscientes pero creo que no sabéis en qué medida. Gritáis mucho. Vosotros, los españoles. Me percaté de lo exagerado del asunto tras 8 años expatriado. Me había acostumbrado a estar en un bar lleno y oír perfectamente a mis acompañantes sin necesidad de elevar el tono. Probad, podéis hablar normal y mantener una conversación sin molestar al resto de parroquianos. Cuando os lo comento os hace gracia. "Si, jeje, aquí gritamos mucho". Con orgullo patrio. La pandemia …