La salud de las deportistas españolas vive una crisis silenciosa: la Tríada de la Mujer Deportista afecta ya a casi 4 de cada 10 atletas, con riesgos de trastornos alimentarios, amenorrea y pérdida ósea. La presión estética, la falta de energía, la mala atención médica y estructuras deportivas pensadas para hombres agravan un problema que amenaza carreras, fertilidad y bienestar. Sin medidas urgentes, el colapso será generacional.