Como explica la periodista Laura Pitcher, quien ha investigado a fondo el asunto, “los restaurantes veganos han ido cerrando y las ventas de carne de res, cerdo, cordero, aves y otras carnes han alcanzado máximos históricos”. Para Pitcher, la pérdida de popularidad del veganismo no se explica por las propias circunstancias del veganismo en sí, sino que responde a una deriva conservadora que afecta a muchos otros ámbitos y que hace que comer carne se haya convertido en un símbolo de resistencia frente a la cultura progre.