Cuatro pequeños satélites fueron puestos en órbita, para probar el rendimiento de un nuevo diseño de nave espacial.Los satélites se encontraban dentro de un dispensador cilíndrico situado en la parte superior del cohete Electron, de 18 metros de altura, después, la etapa superior del cohete liberó los satélites uno a uno a una altitud de unos 550 kilómetros. El lanzamiento fue destinado a comprobar la viabilidad de un nuevo tipo de satélite denominado DiskSats.