La problemática de los interinos en España roza ya la crueldad administrativa. Cada seis meses, Lucía, maestra de Primaria en un colegio público de Cáceres, firma un nuevo contrato temporal en el que la palabra "incertidumbre" aparece implícita en cada cláusula. A sus 47 años y dos hijos, Ana acude al colegio con la misma mochila de dudas con que llegó tras acabar la carrera, hace ya más de dos décadas. "¿Por qué el Estado, con sus millones de empleados fijos, no es capaz de ofrecerle una plaza estabilizada, como exige la normativa europea?"...