Hay objetos que no fueron creados para ser importantes y, sin embargo, acaban siéndolo. No por su precio, ni por su rareza, ni siquiera por su belleza, sino porque quedan atrapados en un rincón muy concreto de la memoria. El belén de Conguitos es uno de ellos. Un belén pequeño, de cartón y plástico, nacido sin pretensiones, que hoy despierta sonrisas, recuerdos y una cierta sensación de "esto ya no se ve". No surgió de la tradición artesana ni de la devoción religiosa. No pasó por manos expertas ni fue pensado para durar generaciones. Nació...