Las minas de San Finx son, junto a las de Fontao, el yacimiento minero más importante de Galicia. La mineralización es principalmente de casiterita y wolframita, pero también de calcopirita, pirita, arsenopirita, molibdenita y scheelita, aunque en menor cantidad. En ese sentido, Galicia desempeñó un papel estratégico durante la II Guerra Mundial por la gran cantidad de wolframio que había en su geografía, especialmente en la zona más próxima a la costa, y que era determinante para ambos bandos en la creación de armamento y de tanques.