La respuesta es sí, pero hay consideraciones importantes a tener en cuenta en lo referente al contagio. Así pues, lo primero que debes saber es cómo se contagia el virus de la leucemia felina. La principal vía de transmisión es la saliva, aunque también puede encontrarse en la orina, la leche, las secreciones nasales, las lágrimas, los fluidos reproductores y las heces. Además, el virus puede transmitirse de madre a cría por vía transplacentaria o a través de transfusiones sanguíneas, agujas o instrumental contaminado.