3 A Malindo el viaje se le ha hecho largo, y no sólo porque ha tenido que conducir cuatro horas nada más bajarse del avión, sino porque sabe de sobra que no puede permitirse que lo pare la policía bajo ninguna circunstancia y ha cumplido escrupulosamente todos los límites de velocidad, algo muy difícil, de noche, para quien está acostumbrado a poner al límite motores de doble o triple cilindrada del que ha tenido que conducir por España. Pero al fin ha llegado, justo a tiempo para unirse …