Desde su atalaya, Gruta 77 se ha convertido en una de las grandes salas de conciertos de nuestro país, apoyando a las escenas locales y los mejores grupos del planeta de estilos como el surf, el rockabilly, el ska o el punk. Con 25 años de actividad ininterrumpida, Gruta 77 sigue siendo una rara avis en la noche madrileña. Una sala de conciertos única en su especie que, desde que abrió, solo ha hecho una cosa: ofrecer algunos de los mejores directos de los diferentes estilos que ha ayudado a difundir y consolidar. Un proyecto que, además, tiene