Estamos en una generación, en la que nos la pueden colar fácilmente, bueno: siempre ha sido así. Pero, llevamos un tiempo que, de forma equivocada en los videojuegos, se mira más una fachada bonita que lo que hay en su interior, ósea, -ya me imagino que me habréis entendido-, se mira primero los gráficos que la jugabilidad. Atrás quedaron las generaciones en el que los gráficos no eran tan importantes, y si una buena jugabilidad y diversión...