Durante años, el relato más repetido sobre Huawei –también en esta casa– ha sido el del gigante herido. Lo que no se dice tanto –pero salta a la vista en su largo informe de 2024– es que Huawei ha abandonado cualquier interés en competir. No aspira a volver al campo bajo las mismas reglas de antes. Quiere algo distinto: construir su propio campo, con sus propias reglas, actores y relato. Un universo tecnológico paralelo, autosuficiente y, por supuesto, cada vez más cerrado. El tono del informe roza lo beligerante, un "nosotros contra el mundo"