n 1989, Atari rompió los límites del hardware con Hard Drivin’: el primer arcade con mundo 3D sólido y física real en tiempo real. Equipado con varios procesadores (68010, TMS34010, DSP ADSP-2100), simulaba suspensión, fuerzas centrífugas y un coche que podía calarse si fallabas el cambio. Con volante háptico, embrague real y un pipeline poligonal avanzado, fue una obra maestra de ingeniería que anticipó los simuladores modernos.