En mi colegio hay una iniciativa estupenda, seguro que también se lleva a cabo en muchos otros colegios, si no lo hacen, deberían.
Hacemos un sistema de intercambio de libros, cada niño lleva a clase un cuento o libro para compartir, cada fin de semana se llevan a casa uno diferente que va rotando hasta que se completa el círculo. Son unos pequeños deberes donde padres e hijos leen juntos el cuento de otro niño y luego hace un dibujo sobre lo que le ha gustado de la historia.
Es uno de mis momentos favoritos que mi hija de 5 años se toma muy muy en serio. Primero porque son sus primeros "deberes", segundo porque el cuento es de un compañero y se toma su defensa y cuidado como algo muy personal y tercero porque es un rato que muy bonito que puede pasar abrazada a papa mientras leemos juntos. No es que no leamos en otras ocasiones, es que esto es su responsabilidad y le da un peso y una entidad que no tienen otros momentos de ocio.
Ya estoy divagando...
Este año nuestras queridas profesoras han mandado un listado de recomendaciones y me parece algo fantástico. Han intentado poner cuentos variados, con distintos tipos de letras, temáticas y valores, etc.
Así que he decidido compartirlo, puede ser útil si se te han acabado las ideas sobre que regalar a un niño en navidad, o si quieres leerlos con tus hijos, al final una recomendación por parte de un grupo de docentes, que son madres y se pasan el día rodeadas de más de un centenar de fieras de 3 a 5 años, para mi tiene toda la autoridad y merece además toda mi admiración y mis respetos.
Aquí tenéis el listado:
El club de los libros chiflados 4, Viajando a través de los libros
Cinco ovejitas y Azul, El Barco de vapor, SM.
¡Voy a a comedte!, Kókinos.
Un dinosaurio despistado, Susaeta (Aprendo a leer con Susaeta).
Narval. Unicornio marino, Editorial Juventud.
Rob &Ot: un amigo especial, Combel.
Ñac ñac el monstruo comelibros, Cubilete.
Pájaro amarillo, Apila ediciones.
Monstruo rosa, Apila ediciones.
En este cuento no hay ningún lobo feroz, Editorial Picarona.
Marcelina en la cocina, Miau.
Daniela pirata, Nube Ocho.
Fergal echa humo. Editorial Picarona.
Guay, Apila ediciones.
Cuentos de hadas, SM.
Una casa para el unicornio, Edelvives.
Te como a besos, Nube Ocho.
El punto, Ediciones Serres.
Así es mi corazón, Cubilete.
El caballero que no quería luchar, Ediciones Maeva.
Te quiero casi siempre, Timun Mas.
El libro inquieto, Kókinos.
Palabras con corazón, Cubilete.
El momento perfecto, ed. La fragatina.
Ups, se me escapó un miedo. Editorial sueños de papel.
Un abrazo a todos
Los taurinos dicen que los toros de lidia no son creados para ser maltratados, son maltratados para ser creados. Con independencia de lo antiecológico y lo antinatural de eso, acaban, pues, de dar con el truco lógico para declarar también BIC el abuso infantil como medida para fomentar la natalidad: hay que tener hijos para tener bien surtidos a los curas, a la industria de la pornografía infantil, y a los defensores del derecho de hacer nacer a los hijos en la pobreza o la precariedad para sacarles las pensiones y otras diversiones progenitoras.
¿Por qué no existe la tradición de partirse la cabeza contra una pared? Porque duele. Y este es exactamente el motivo por el que nadie, ni siquiera los mas taurinos, acude a una corrida por tradición (como nadie se partiría la cabeza contra una pared por tradición). La tradición no decide qué es bueno o qué es malo, qué es justificable o qué no, qué es dañino o qué no, sino al contrario: lo bueno o lo malo, lo justificable o lo injustificable, lo dañino o inocuo de algo, es lo que decide si ese algo puede ser tradición o no. Así que, creo que no está de mas repetirlo, nadie se parte la cabeza contra una pared por tradición, y nadie acude a una corrida de toros por tradición.
Cuando los taurinos descubrieron el truco de invertir la flecha causa-efecto, descubrieron una mina. "No creamos toros de lidia para maltratarlos, los maltratamos para crearlos; no decimos que la vileza y la bajeza puedan justificar la tradición, decimos que la tradición tiene que poder justificar y disfrazar la bajeza y la vileza".
Descartado el ecologismo como posible justificación de la tauromaquia (¿desde cuándo es ecológica una creación artificial del ser humano orientada a tener atributos, no para adaptarse a un entorno y que se diluirían en la naturaleza, sino para embestir y ser torturada en una plaza abarrotada de escoria infrahumana?), debemos, pues, entrar a valorar la gilipollez como factor explicativo. En concreto, empecemos por la gilipollez tradicionalista. Defino la gilipollez tradicionalista como usar algo tan estupendo como la tradición de una forma completamente gilipollas. Por ejemplo: "ya sé que recientemente hemos descubierto que las lluvias no son causadas por los dioses sino por factores climáticos, pero sigamos sacrificando bebés humanos a los dioses para que llueva porque como hasta ahora lo hacíamos así, continuamos la tradición". O: "ya sé que hemos desarrollado técnicas para darle al toro una muerte muchísimo mas rápida y libre de estrés o tortura, pero como hasta ahora lo torturábamos lentamente hasta la muerte, sigámoslo haciendo así para continuar la tradición".
Se ve que cuando surgieron las tecnologías de muerte rápida y la tauromaquia perdió su necesidad y su justificación, alguien se vio que perdía el negocio que le daba dinero, y se dijo: "voy a inventarme alguna justificación gilipollas, a ver si cuela; voy a decir que sigamos torturando al toro por la tradición". Y se ve que coló, durante muchísimos años. De hecho, ese empresario fundó nada menos que la "gilipollez tradicionalista" que antes referí, una de las muchas ramas de la gilipollez, como veremos a continuación. De hecho, creo que ya estamos tardando en fundar una Facultad de la Gilipollez.
En esta facultad hipotética, otro de los departamentos sería el de la "Gilipollez Compensatoria": "el toro ha vivido feliz en el campo". ¿Dónde está aquí la gilipollez? Muy simple: ¿nos están insinuando que cuanto mas feliz haya vivido una persona, mas lógico es que el cirujano la opere sin anestesia en vez de con anestesia? Exactamente lo mismo vale para la gilipollez de: "otros toros viven felices en el campo gracias al toro torturado en la plaza". ¿El cirujano te opera sin anestesia porque tuviste amigos felices?
Luego estaría el departamento de la "Gilipollez Analógica": "si matamos para comer, matemos también por diversión". Tengo que construirme una casa, pero para eso necesito derribar un árbol de este bosque; quemaré el bosque entero, aunque no sea necesario. Esta persona está sufriendo, pero para librarla del sufrimiento tengo que eutanasiarla; eutanasiaré a todas las personas del mundo, aunque no sea necesario. Esta persona ha sufrido un grave accidente, pero para salvarla tengo que amputarle un brazo; amputémosle también el otro brazo y las dos piernas, aunque no sea necesario. Me duele la cabeza, pero para quitarme el dolor me tengo que tomar una pastilla de paracetamol; me tomaré la caja entera, aunque no sea necesario. Tengo que derribar una vieja casa para construir una gasolinera; derribemos el barrio entero, aunque no sea necesario. Tengo hambre y solo puedo alimentarme matando a este animal; matemos a todos los animales del mundo, aunque mañana me quede sin comida. Además, la carne del toro de lidia es de muy mala calidad, y antieconómica. Al toro de lidia no se le tortura por su carne.
El departamento de la "Gilipollez Parcial": "si solo maltratamos a los toros, no estaremos destruyendo todo el medio ambiente". Claro, si solo exterminamos a los negros, o a los judíos, o a los gitanos, o a cinco bebés humanos al año de las diferentes razas o etnias, no estaremos exterminando a toda la humanidad.
El departamento de la "Gilipollez Cultural": "es cultura". Sí, cultura de la regresión cultural, de la vuelta a las cavernas, de la vuelta al sacrificio de bebés humanos a los dioses para que llueva, del atraso, de la gilipollez y la irracionalidad, de la bajeza y la vileza, del partirse la cabeza contra una pared, de la incultura. Nadie va a una corrida de toros por cultura, como nadie se parte la cabeza contra una pared por cultura.
Departamento de la "Gilipollez Cultural Diferida": "fue cultura hace miles de años, por tanto sigue siendo cultura hoy". Es decir, hace miles de años vivíamos en las cavernas cazando, recolectando y sacrificando bebés humanos a los dioses; sigamos viviendo así por cultura, aunque el contexto tecnológico y científico actual sea radicalmente distinto.
Ya os digo, la gilipollez tiene muchas ramas, que bien merecen institucionalización académica: departamento de la "Gilipollez Artística", departamento de la "Gilipollez Libertaria", etc.
En definitiva, el que a fecha de hoy va a las corridas de toros, o se parte la cabeza contra una pared, lo hace porque es gilipollas, porque es un mermado, o por la misma bajeza que le hace celebrar y defender una tauromaquia subvencionada y rescatada por la fuerza y por la no-libertad con el dinero de los impuestos de los antitaurinos.
Plantean una reflexión en Jotdown, quizás no en los términos más acertados, pero apuntando a un tema que vale la pena tratar:
www.jotdown.es/2025/11/la-sociedad-narcisista-todos-escriben-nadie-lee
En comentarios se ofrece otro punto de vista que complementa la cuestión:
meneame.net/story/sociedad-narcisista-todos-escriben-nadie-lee/c04#c-4
Y aún con todo creo que vale a pena darle una vuelta más:
El artículo original pone el foco casi apuntando a una situación absurda: "todos escriben, nadie lee". Dicho así suena a distopía paroxista. A hecatombe, a expulsión del jardín del Edén y cataclismo en alguna arcadia feliz.
Parte de la pegajosa sensación de que las cosas deben ser como han sido y es en esa falta de cuestionamiento donde su perspectiva queda sesgada. El comentario viene a enmendarlo en parte pero no acaba de dar con la perspectiva que yo quiero subrayar (supongo que por eso se escribe).
Para el artículo que, a la postre está señalando una tendencia cierta, parece que lo normal es que unos pocos escriban y los muchos lean. Y ciertamente, por una mera cuestión de alfabetización, ese ha sido por mucho el equilibrio. Además de la cuestión práctica de que, para que algo sea leído, primero debe ser escrito.
Tal noción dibuja indefectiblemente la silueta de una suerte de "élite" que habla mientras los demás escuchan. Es eso, y de similares coordenadas vienen los términos dictador y dictadura. Ése es para mí el punto importante, porque en realidad no hablamos de escritura, lo cual no es más que una forma coyuntural de comunicación. Hablamos de atención, de ese "hacedme casito" que tan bien se ridiculiza.
"Hacedme casito" debería ir impreso junto a cualquier anuncio publicitario, industria que mueve miles de millones. 766.000 millones, dice Alexa. La hostia en barca, vamos.
Y hablando de números seguramente empecemos a centrar el tema donde lo quiero centrar. Porque al final esa atención que mencionaba y que la publicidad busca de manera desesperada y furibunda ("hacedme casito") se capitaliza.
"Nadie compra lo que no conoce" se podría decir que es la primera ley del marketing. Atención, la atención del público, la audiencia. Da igual que sea un libro, un show de televisión, un refresco (coca cola: hacedme casito) o una freidora si aceite (oiga, eso no puede ser freir).
Y el problema ya está dicho, partimos de una situación de enorme verticalidad en todos los ámbitos, que no es más que un reflejo de la verticalidad en la estructura económica. Los medios de producción, que decía Marx. Eso diferencia una clase de otra y por eso unos pueden HACER y otros tienen que OBEDECER.
Incluso dentro del contexto de un análisis marxista del escenario actual se puede caer en la tentación de pensar que los medios de producción se han "democratizado". Cualquiera puede grabar, por ejemplo, un video desde su teléfono móvil, cosas casi impensable una o dos generaciones atrás.
Pero estaríamos perdiendo la perspectiva, al final esos "medios de producción" son la diferencia en capacidades materiales. Cualquiera puede grabar un video con el móvil y subirlo a la red pero, seguramente, quien además de grabar el video lo lleva a un estudio de edición profesional y paga una campaña de publicidad, tenga mejores resultados. Desde ese punto de vista, y contemplando que siempre habrá honrosas excepciones a la norma, los medios de producción son el factor diferencial entre capacidades materiales y no un elemento material en sí, a tenor del progreso tecnológico. Marx planteaba una fotografía fija a la que corresponde seguir añadiendo frames.
Si todo el mundo puede hacerlo, por más que sea un "medio de producción" no supone un factor material diferencial, (que a la postre se resume en dinero, capital). Luego, no cambia la diferencia relativa, sóló sube el piso para todos.
Ahora todo el mundo puede escribir. De hecho siempre ha sido así. La primera criba es disponer del tiempo para hacerlo, cosa que menciona el artículo, y es igual con cualquier actividad, insisto. Puede que a nosotros nos parezca "normal" que en la televisión estuvieran dos señores hablando mientras dos millones miran, pero eso tiene poco de normal en términos antropológicos y es sólo a merced de la tecnología que se consiguen tales palancas.
En los parlamentos, que no es más que elevar en uno o dos órdenes de magnitud lo que sucedía dentro de una tienda de indios cheroki o navajos, etc, hay turno de palabra. Alguno puede pensar que esto nada tiene que ver con la política, pero está muy equivocado. Al final de las primeras cosas que se aprende en comunicación es que cuando uno habla, el resto han de callar. Y a la inversa. Es una cuestión biológica, no damos para más. Luego, al final hablamos de un asunto de poder. Más aún en un escenario en que siempre hablan los mismos, pocos, y siempre han de callar los más.
El turno de palabra en las democracias occidentales se compra y se vende, quien habla pues es el dinero. Y no sólo en los parlamentos si no a todas horas y en cada esquina: la publicidad nos persigue en el transporte, la televisión, en la red. Pagarán por ponerla allí donde quieran escapar los ojos. Hacedme casito. Si es deplorable ver mendigar a un pobre, cuánto más deplorable y lastimero puede ser ver mendigar a un rico.
La solución es fácil. Es esto, la tienes delante. Comunidades más pequeñas donde se da y se recibe, donde se lee y se escribe, donde hay derecho a réplica, donde aún queda un "turno de palabra" que no quede al mero arbitrio del dinero. De lo contrario no vale la pena escuchar.
Pensar en el lector y en el escritor como personas diferentes es un marco mental erróneo. Es un fotografía de un momento que no abarca la dinámica completa. Sucede que nos han educado bajo la creencia de que escribir es un privilegio de unos pocos elegidos. El turno de palabra, el poder expresarse, incluso el derecho a réplica. Nos han educado, no para hacer, si no para obedecer. Nos han educado sin voz, para ser mudos.
Y qué desastre, parece que la tecnología permite a la gente hacer un molesto ruido: todos escriben, nadie lee. Nadie ve el show de TV. Todos quieren ser el presentador. O el invitado, por supuesto. Del mismo modo que cada uno vota por sí mismo.
Igual lo que sucede en realidad es que esa palanca que permite a las élites ser élites, por más que cada día se alargue, como aumentan las diferencias entre clases, estaría encontrando mal apoyo en ciertos desarrollos tecnológicos.
A veces pasa, mira la música: llegó el mp3, llegó napster, llegó internet... y tres en raya, la tormenta perfecta. Ahora se editan los discos casi por una suerte de nostalgia. Y entonces, ¿se ha democratizado la música? Pues no, ni mucho menos. Se ha devaluado, eso sí: todo al alcance de un click. Pero el tema nunca es sólo con la materia prima (cualquiera puede hacer una canción), el tema es con los canales de distribución. Olvídate de la meritocracia, nunca jamás existió, más que relegada a otras 4, 5, 6... o 10 prioridades distintas.
Así que, aunque a muchos les parezca esto una merienda de negros donde todo el mundo grita con las manos en los oídos, es bastante más halagüeño que las marchas en silencio al son del discurso del pensamiento único.
Me hace gracia la parte del comentario donde se cuestiona la calidad de ese cierto amateurismo, cosa que en el porno raramente fue un problema. Más teniendo en cuenta que los profesionales... bueno, supongo que basta con ver el panorama del cine en los últimos años. Y se gastan millones, no un par de tardes muertas. En breve va a poder hacer "cine" bastante más gente que antes.
El resultado, por más que sigamos enquistados en la deforme estructura económica que conocemos como normalidad, debería ser algo un poquito más horizontal, sin concentraciones de la atención de la audiencia en unos pocos, "los 40 principales", tan exacerbadas que consiguen de facto arrebatarnos nuestro legítimo turno de palabra, robarnos la atención y por supuesto la cartera, perpetuando la situación ad infinitum.
Para mí, aunque seguramente me equivoque, es lo que quería decir aquella camiseta de Axel Rose (¿o era Cobain? Será el efecto Mandela...o la edad) con el "kill your idols". Porque cuando se producen ese tipo de concentraciones, económicas, de la atención, etc, tan exacerbadas termina emergiendo una jerarquía, ése es el origen de las clases, las aristocracias, oligarquías, etc, etc, etc.

Y el problema es que cuando la comunicación no se produce entre dos iguales, y en la adolescencia la tarima del maestro sólo se hizo más alta al pasar al concierto de rock o a la cabina del DJ en el club, no es comunicación en su sentido genuino, bidireccional. Acaba siendo una herramienta de control social. Yo creo que al artículo de Jotdown sólo le falta condensar en unas pocas palabras la frustración de unas élites tan alejadas del mérito: ¿Por qué no te callas? Y vaya si lo callaron. Precisamente por eso también conviene diversificar, la mitomanía no es sana en ninguno de los dos lados.
Sin embargo vivimos en los tiempos de la idolatría, precisamente al becerro de oro, ese que está retratado en Wall Street en una eterna embestida. Siempre tomando y olvidando dar, que no es otra cosa que devolver. Es el retrato de una sociedad enferma. En lo más profundo porque, en términos de desigualdad, se diluye el más fundamental respeto. ¡A la mierda!, gritaba Fernán Gómez, acusado precisamente de falta de educación. Ése es el tipo de dinámicas que se crea. La palabra fan, abreviatura de fanático, cuenta la historia por sí misma.
Y dicen que fue un fan el que disparó a Lennon. Sea como fuera, yo creo que ese kill your idols tiene una lectura más allá de la literal, es un poco ese "ser el cambio que quieres ver en el mundo" de Gandhi. La imagen del cristo le da un algo de humor negro pero yo diría que la cosa va más contra la idolatría que a favor de la crucifixión.
Quizás algún día el mundo se mueva más hacia una conversación entre iguales, sin tanta estrella del cine y del rock. O tan poca. Seguramente las estrellas no brillarán tanto, pero sin duda habrá muchas más, un panorama tal vez más "normal". Aunque nuestra atención seguirá siendo todo lo limitada que es y el tiempo tan poco.
La manera de matar a los ídolos es dejar de idolatrarlos, romper el círculo vicioso de indefensión aprendida, complejos y miedos que se promueve para dejarnos mudos. Sin voz, aislados. Divide et impera. Es muy viejo ya. Aunque también se comprenden algunas impresiones que los cambios producen en los nostálgicos, ante los cambios sobrevenidos e inesperados, en los diversos aspectos de la creatividad. Para muestra un botón:
www.youtube.com/watch?v=MNWIoCYJRu8
Pero para mayor ridículo el de la IA, panacea de nuestro tiempo, cuando se le pregunta el nombre de la obra en el enlace de arriba:
"La obra de teatro que interpreta el vecino del Nota en "El gran Lebowski" se llama "Barton Fink". El vecino, interpretado por Jack Kehler, es Marty y es quien se frustra con El Nota porque no quiere firmar un formulario para el alquiler del edificio, diciendo que el Nota debe firmarlo porque es un "residente". Marty quiere que El Nota "persista" (abide) en su apartamento y no lo firme en lugar de ceder ante el deseo de su casero de tener una respuesta, algo que la película toma como una referencia a la película de los hermanos Coen de 1991, "Barton Fink".
Dicen que dios hizo al hombre a su imagen y semejanza, y errare humanum est. Luego, qué se puede esperar de la IA. Bromas aparte, igual va un poco de eso, de ser tu propio ídolo:

En mi artículo anterior comenté que el libre albedrío es algo que tiene su sede principalmente en el sistema nervioso de los animales, al menos en nuestro planeta, y por extensión en su sistema motor.
Aquí simplemente quería añadir que tal hecho automáticamente descarta el libre albedrío como un poder "mágico" o "sobrenatural" o "fantasmal", porque:
1º) Algo material (un sistema nervioso) no puede hacer magia.
2º) Si el libre albedrío es una especie de "poder mágico" o "fantasma" que ha "elegido" como su sede el sistema nervioso, esto significaría que el sistema nervioso tendría cierta conexión con lo sobrenatural u ofrecería ciertas condiciones a lo sobrenatural (cosa que no tiene sentido, porque las cosas materiales no pueden producir magia), o bien que el libre albedrío "mágico" o "fantasmal" tendría una conexión con lo material, lo cual "materializaría" o "naturalizaría" el libre albedrío, volviéndolo un proceso material, y dejándolo sin su condición "mágica", "fantasmal" o "sobrenatural". Es decir, el libre albedrío como poder mágico, fantasmal o sobrenatural quedaría descartado de todas formas.
menéame