"En las dos décadas previas a la pandemia, el comercio exterior como proporción del PIB casi se duplicó en la UE, mientras que en EE.UU. apenas se movió. Esta profunda integración trajo beneficios significativos: el número de empleos sustentados por las exportaciones aumentó un 75%, hasta alcanzar casi los 40 millones, y durante muchos años fue una fuente de resiliencia. Pero hoy, esa misma apertura se ha convertido en una vulnerabilidad. Las exportaciones se han vuelto mucho menos fiable, reflejo del cambiante panorama global”