Entre las animadas calles del barrio latino de Copenhague se alza uno de los templos astronómicos de mayor solera del continente europeo: la Rundetårn o Torre Redonda.Siguiendo el modelo del observatorio que Tycho Brahe, el gran astrónomo danés, tuvo en la isla de Hven, se levantaron cinco pequeñas casetas astronómicas y se instalaron instrumentos de medición astronómica, principalmente cuadrantes y sextantes. Longomontanus, un discípulo de Tycho, se convirtió en el primer director de la Torre Redonda.