Ahora está de moda hablar de relatos. Se dice que la lucha decisiva entre partidos políticos es la que se da para conseguir que el propio relato, la particular e interesada narración de culpables e inocentes, sea el asumido por la sociedad, o al menos entre los probables votantes del partido que emite ese relato. Por ejemplo, en la repetición de las elecciones de 2016 el PSOE fue capaz de hacer creible que la responsabilidad de aquello fue de Podemos y personalmente de Pablo Iglesias, a pesar de que Sánchez abrió de manera …