
Hoy los países de la UE tienen que decidir su posición respecto a chat-control en el parlamento europeo. ¿Cómo podemos saber que nos la quieren meter?, muy fácil, no vais a encontrar ni una sola noticia en las portadas digitales de nuestros medios de cabecera. España es uno de los promotores de esta violación a los derechos de los europeos y los medios se deben al estado.
Los medios, conchabados con el poder manejan a su antojo las noticias que tienen que llegar al pueblo y el tipo de postverdad que nos ofrecen. Nos tenemos que ir a sitios no financiados para encontrar algo:
kaosenlared.net/europa-ante-el-chat-control-no-sacrifiquemos-la-libert
No te quedes con tu medio de "confianza" internet es un mar enorme, quieren que veamos una pequeña parte de él. No dejes que te la metan.
A estas alturas a nadie se le escapa que Israel no tiene muchos miramientos a la hora de asesinar miles de niños gazatíes. Aquí vengo a aportar unas pinceladas que muestran que hay un cierto patrón de secuestradores, abusadores infantiles y pederastas que buscan refugio en Israel.
Ivonne Gutiérrez
Jueza chilena de menores acusada de formar parte de una red de secuestro y venta de niños durante la dictadura de Pinochet. Se le imputan tres cargos: asociación ilícita, sustracción de menores y prevaricación dolosa a través de procesos de adopciones irregulares entre 1970 y 1990. Huyó a Israel en 1983 y cambió su nombre por Ivonne Bronfman. Después de una larga batalla legal, la justicia chilena solicitó la extradición a Israel en junio. Israel no ha contestado ni tramitado dicha solicitud hasta el momento.
Malka Leifer
Directora de la escuela ultraortodoxa Adass Israel en Melbourne (Australia), acusada de abuso sexual de menores. Huyó a Israel en 2008 cuando comenzaron las acusaciones. Ese mismo año se solicitó la extradición. Israel no accedió a su extradición hasta 13 años después.
Gershon Krancze
Rabino de Brooklyn. Huyó a Israel en 2010, cuando comenzaron las investigaciones por abuso sexual a sus tres hijas. Se solicitó su extradición y no fue extraditado hasta 11 años después.
Nachman Helbrans
Líder de la secta ultraortodoxa Lev Tahor. Está acusado en EEUU desde 2023 por conspiración para cometer tráfico sexual infantil por su papel en la organización de matrimonios forzados con niñas menores de edad dentro de la secta. Huyó a Israel, donde permanece en libertad vigilada en un asentamiento ilegal de Cisjordania.
Shimon Yisrael Rosenstein
Un educador religioso de Nueva Jersey fue acusado de posesión y distribución de pornografía infantil. Huyó a Israel justo antes de que se presentaran cargos formales en su contra en 2019. Estados Unidos solicitó su extradición. A día de hoy sigue sin ser extraditado.
Yisrael Meir Shwekey
Maestro de una escuela judía ortodoxa en Brooklyn, fue acusado de abuso sexual y agresión física repetida contra un niño de 8 años. Shwekey huyó a Israel antes de que se presentaran los cargos en 2021. A día de hoy sigue sin ser extraditado.
Hay muchísimos más casos. Amparándose en la Ley de Retorno de Israel de cualquier judío y apelando al antisemitismo y persecución religiosa, muchos criminales consiguen dilatar, cuando no evadir, la extradición a los países de origen. Israel se tiene que hacer mirar muchas cosas. Otro día hablamos de lo del Mosad y Epstein.
Había cometido el crimen perfecto. O eso creía Juan Gómez. No había ninguna relación entre la víctima y él, había tirado el cadáver envuelto en plásticos resistentes y fuertemente cerrado con cinta americana en el cauce de un río seco lleno de maleza y árboles por donde absolutamente nadie pasaba ya que estaba impracticable. Lo había hecho a las cuatro de la mañana. Ni un alma a esas horas por allí. Sacó el cadáver envuelto y lo arrojó desde una altura de unos veinte metros cayendo entre la maleza y quedando totalmente oculto. Después se fue a la discoteca que había a las afueras en el polígono Malpisa, donde se tomó un par de refrescos y bailó descamisado en el centro de una de las pistas, llamando la atención como era su propósito. En la barra quiso invitar a una mujer a su casa para terminar la fiesta, ya que habían bailado juntos, como la mujer contestó que otro día, se despidieron y a las siete de la mañana salió hacia su casa, justo le pilló el control donde calculaba que estaría. Le pidieron la documentación y sopló dando un esperado cero en alcohol. Volvió a casa y se acostó.
A eso de la una del mediodía le despertó un impresionante trueno, acompañado de tremendos rayos, se asomó a la ventana medio dormido y vio cómo una tromba de agua comenzaba a caer. Se acercó a la cocina y preparó un café bien cargado. No le gustaba tener que despertarse a esas horas, pero la urgencia de anoche le había obligado a actuar así. Tras el primer sorbo se asomó a la ventana y vio el río de agua que corría calle abajo. Se quedó paralizado, su mente estaba sopesando, calculando posibilidades. El cauce. El cuerpo. El torrente de agua. El móvil de la chica en el paquete. Apagado. El final del cauce. Las ramas obstaculizando o no. Cuánto llovería y cuándo pararía de llover. Qué pistas podría haber en el cuerpo. Ninguna. Si el agua llevaría el cadáver hasta el mar. Agujeros en el plástico para que entrarán alimañas. Todo controlado. Aun así seguía estático mirando la ventana con la taza de café en la mano viendo cómo una inmensa tromba de agua caía sobre las calles. Miró la taza con el serigrafiado del as de pica en un lateral. Seguía lloviendo, conectó la tableta y escuchó noticias de la zona sobre la alarma de lluvias, una alerta naranja. Naranja eran la lencería que llevaba esa chica. Pero todas tienen sangre roja.
Esperó a que la lluvia dejara de caer con esa furiosa intensidad que a veces la naturaleza declara con firma y rúbrica. Mientras veía caer la cortina de agua en la ventana de la cocina, vio que el plan de comida de hoy era arroz hervido, huevos fritos y pisto, todo mezclado a modo de plato combinado. En alguna parte de su cerebro seguía pensando que el crimen perfecto de anoche, podría tener algún detalle incriminatorio. Se había llevado la tarjeta sim del móvil y la había tirado en un contenedor al azar, pero esos aparatos modernos a los que no se les podía quitar la batería igual le complicaban el asunto, incluso estando apagados. Y luego estaba esa lluvia intensa e inesperada. Tomó nota de mirar esos detalles, porque se enteró después de que llevaban tres días anunciando alerta naranja por tormentas y lluvias. Juan pasó en su momento de encajar esa pieza en el puzle. ¿Error? Con una media sonrisa en la cara, pensó que quizás fuera un acierto.
Juan tenía muy claro que esto no era un juego de poder, de víctimas y entes poderosos, como vendían muchos libros sobre asesinos en serie. Oh, el poder sobre sus víctimas. Menuda estupidez, esto iba de cazadores y cazados, de policías y ladrones, de leones y gacelas. Si no existieran los que le pretendían pillarle, nada de esto tendría sentido. Sería el despiece de un animal en una carnicería y además no te lo podrías comer. Absurdo. Y además sabía que muchos, muchísimos casos de desapariciones, o crímenes quedaban en el limbo de la justicia, en el limbo de todo lo que las películas quieren vender, donde siempre se pilla al culpable. Claro.
Creo que es necesario llegar más allá de lo que dijo Wilbur Scott en sus principios de crítica literaria. Creo, por ejemplo, que 1984 es un libro de ficción, pero contiene más verdad que muchas enciclopedias. Del mismo modo, los Protocolos de los Sabios de Sión son una falsificación burda y miserable, ficción de mala calidad, pero visto lo visto en los últimos tiempos, parece que al mismo tiempo es totalmente verdadera.
La ficción puede ser un modo de contar la verdad. El más potente, quizás.
Alfred Toohey.
menéame