La mayoría está acostumbrada a no quejarse o a babear por cualquier pico de oro, dejándose arrastrar en su desesperación cotidiana por lo que este dice; por eso tienen los políticos que se merecen y las pasan canutas en su día a día, como es lógico.
En 2015, Gabriel Rufián aseguró que estaría solo 18 meses en el Congreso de los Diputados de España. No lo cumplió.
Años después, en 2019, se mencionaba que había prometido dejar el escaño en 22 meses, pero tampoco cumplió su palabra y volvió a postularse como candidato.
De políticos así solo espero que solucionen sus propios problemas, no los problemas de los demás.
Es lo que veo, y punto.
Según acabo de leer, el tema de las denominaciones de los síndromes , dolencias o minusvalías ha llegado a exacerbar con el autismo hasta un punto que estorba gravemente la investigación y la atención a las personas que padecen este mal.
Por lo que cuenta la doctora Suzanne O´Sullivan, cualquier documento que salga al respecto acaba ineludiblemente en el debate de la denominación, (autistas, personas autistas o personas con autismos) impidiendo que se vaya más allá, y evitando cualquier debate científico.
La cuestión, parece ser, no se reduce sólo a la denoiminación de las personas qu epadecen este mal, sino que hay varios grupos de autistas que consideran que su neorodivergencia no es una enfermedad, ni un mal, sino una característica personal que debe ser desplegada y defendida, y que tratar e autismo con terapia o medicación es tan grave y tan criminal como tratar la homosexualidad con terpaias de conversión. Los que piensan de este modo, por supuesto, son los autistas leves, o de alto rendimiento, que no necesitan ser atendidos por otras personas y cuya neurodivergencia no es discapacitante.
El problema, al parecer, con estas personas, es que monopolizan la atención sobre el autim, aumentando la demanda de atención médica, lo que detrae gran cantidad de recursos que deberían ser utilizados por las personas en estadios más graves.
Sea como fuere, el debate se centra entre los que prefieren ser llamados autista sy los que prefieren ser llamados personas con autismo.
Los primeros afirman que el autismo es parte fundamental y central de su identidad, y que por tanto son autistas, ya que decir "persona con autismo" hace sonar al autismo a uan especie de mochila, a algo que uno lleva consigo que podría dejar en alguna parte para ser una persona sin autismo. Y como eso no es posible, no son personas con autismo, sino autistas.
Por el lado contrario, hay otro grupo que se niega a ser calificado o señalado por una neurodivergencia evolutiva, y que no va a aceptar que su identidad personal se vea impregnada por el estigma de una enfermedad. De hecho, consideran tan ofensivo que se les llame autistas como podría ser "cojos, locos o ciegos". La enfermedad nunca puede definir al enfermo, porque eso es siempre un ataque y un problema.
Mientras deciden y no como se les quiere llamar, baste un dato: el número de ADULTOS a los que se les ha diagnosticado autismo en los últimos veinte años, se ha multiplicado por siete.
Segundo dato curioso: más del 80% de estos diagnósticos han sido emitidos a petición de los interesados.
Da para un par de reflexiones.
@IracundoIsidoro, de Reflexiones Iracundas, anunció por la red social X que YouTube ha decidido clausurar su canal. ¿El motivo? Unos dicen que apoyaba a Rusia; otros, que la clausura se debe al uso de contenidos ajenos sin permiso para luego criticarlos. Sin embargo, Reflexiones Iracundas ofrece una versión de los hechos sorprendente: la causa del cierre del canal sería su oposición al genocidio que, según él, comete el Estado de Israel contra los palestinos.
Parece ser que Reflexiones Iracundas expuso su opinión y algunas imágenes que la plataforma estadounidense no pudo digerir lo suficiente. Anteriormente, Reflexiones Iracundas había sido desmonetizado por sus vídeos contrarios al régimen del Euromaidán en su guerra contra el este de Ucrania y la Federación Rusa.
YouTube pertenece a Google, una empresa tecnológica estadounidense que, con toda seguridad, recibe presiones o llega a acuerdos con el gobierno de Estados Unidos y sus agencias de inteligencia y seguridad. Ya sabemos cómo funciona el mundo y los medios de comunicación, sea en Estados Unidos, Gran Bretaña, Rusia o Corea del Norte.
Pero todavía sorprende que haya personas que, en este rincón de Occidente, sigan creyendo en ese mantra tan viejo como obsoleto: “Aquí hay libertad, no como en la URSS, la RDA, Cuba, Venezuela, Irán, China, Rusia o Corea del Norte.”
Reflexiones Iracundas emitía contenidos no exentos de polémica, no por ser falsos, sino por ser muy críticos y vehementes con sus enemigos ideológicos. Su canal es una víctima más en la larga lista de canales que han quedado fuera de juego por decisión de YouTube, que ya eliminó espacios como el de Russia Today, Ahí les va o el canal de la periodista ucraniana Diana Panchenco, quien puso el grito en el cielo en la red social X, pues su canal de YouTube con 2 millones de subscriptores fue cerrado sin recibir ninguna advertencia o strike por parte de la plataforma estadounidense.
Agradezco a YouTube que me haya enseñado muchas cosas y que, haciendo gala de la filosofía DIY, me haya permitido ahorrar un montón de dinero. También agradezco que, como creador de contenido, haya podido ganar dinero con mis vídeos, aunque me consta que ellos han ganado más dinero conmigo.
Pero vuestras normas de comunidad solo se las imponéis a los mismos de siempre: a personas como Diana Panchenco, que denuncia la corrupción del régimen de Zelensky y cómo hombres ucranianos son secuestrados violentamente por reclutadores e introducidos en furgonetas para enviarlos a la guerra, mientras sus familiares tratan de impedírselo de forma dramática y desesperada.
Ahora Reflexiones Iracundas se oculta en las catacumbas de Internet, en plataformas de vídeo como Kick y Rumble. Existen otras plataformas como Odysee o Bitchute. Allí todavía impera la libertad de expresión gracias a que el número de usuarios que ven sus contenidos es mucho menor que el de Youtube y TikTok.
Mientras los que piensen un poco, sean cuatro y vivan en una cámara de eco alejados de la sociedad, no supondrán un problema para los beneficiarios de las guerras.
menéame