Una usuaria de la red social Threads comenta los precios que tiene que afrontar una persona en Estados Unidos mensualmente para pagar el año que viene el médico. La usuaria Ariana Jasmine con más de 70.000 seguidores en la red social señala "El año que viene estoy jodida".

Lo que me muestra la imagen es el portal oficial de seguros médicos del estado de Nueva York (NY State of Health). Es un excelente ejemplo para entender la complejidad y el alto coste de la sanidad en Estados Unidos.
Para alguien que no vive allí, estas cifras pueden parecer un error, pero son reales. Aquí se e qué significan esos números y cómo funciona el sistema.
El precio mensual es solo la punta del iceberg. Para entender el costo real, necesitas conocer tres conceptos que aterran a los estadounidenses:
Hay un par de razones para los precios específicos de la foto:
En la imagen estás viendo el costo de alquilar tu salud. Esos $1,368 dólares mensuales son solo la "cuota de entrada" al sistema para tener acceso a hospitales privados como los de Nueva York
Trump ha vuelto a publicar una nota de peculiar vileza en su red social, Truth Social, esta vez en relación con la muerte de Rob Reiner y su mujer. Traduzco el exabrupto:
La noche pasada ocurrió algo muy triste en Hollywood. Rob Reiner, un director torturado y en horas bajas, pero en otro tiempo muy talentoso y una estrella de la comedia, ha fallecido, junto con su mujer Michele, presuntamente por el enfado que causó a otros a través de su padecimiento enorme, incurable, e incesante, con una enfermedad mental debilitante conocida como SÍNDROME DE DESQUICIAMIENTO DE TRUMP, a veces referido como TDS. Se le conocía por haber vuelto LOCA a gente con su rabiosa obsesión por el presidente Donald J. Trump, con su obvia paranoia alcanzando nuevas cotas mientras la Administración Trump superaba todas las expectativas y metas de grandeza, y con la Edad de Oro de América en ciernes, tal vez como nunca antes. ¡Que Rob y Michele descansen en paz!
Se ha llegado a un pico de 1800m3/s parece que el agua deriva a otros cauces pero la situación es de riesgo máximo.

Via x.com/meteo_sureste/status/2000333275987062950/
1400m3/s directos a la rambla de las moreras


Publica El Economista un artículo sobre los márgenes de las principales cerveceras en España donde se asegura que el margen de Heineken España es del 20,1% con unos beneficios de 20,8 millones. Como el margen es el porcentaje de beneficios sobre ventas, eso significaría que las ventas de Heineken España apenas superarían en 2024 los 100 millones y no los 1.035 millones que se indica en la información. Y lo mismo pasa con el dato de Damm, donde un margen del 8,60% con unos beneficios de 17,59 millones equivaldría a unas ventas de algo más de 200 millones, cuando en la información se indica 2.025 millones. El error está en que los beneficios de Heineken España no fueron 20,8 millones, fueron 208 millones; y los de Damm no fueron 17,59 millones, fueron 175 millones.
¿Os acordáis de las Cajas de Ahorro, y lo que significaban? ¿Y os acordáis como dejamos que la banca tradicional y los políticos corruptos las dinamitasen desde dentro y así la banca de inversión y privada se hiciera con el poco control financiero que la sociedad ejercía aún sobre el sector bancario?
Se me ocurre, y es probable que no sea el único, que lo que estamos viendo hoy en día con empresas que rompen beneficios pero también se empeñan en dejarnos en la miseria -en todos los ámbitos que importan-, no es más que el reflejo de una desafección general que por mucho que me esfuerzo no acabo de entender; pues lo estamos pagando con creces.
Sí, hay guerra y hay una crisis global galopante. Lo entiendo, lo comprendo e incluso podría llegar a disculpar ciertas subidas de precios en determinados sectores dependientes de movidas tope tochas entre países tope beligerantes. Pero seamos serios, nos afecta como sociedad el vacío que la sociedad ha dejado, valga la redundancia, en los sectores económicos. ¿Se acuerdan como empezaron todas esas cajas? Con la unión de trabajadores que querían que su dinero no fuese a manos de banqueros usureros, con la ilusión de hacer un futuro mejor con esas plusvalías generadas por las inversiones y los negocios que prosperaban y reinvertían en la sociedad, ya fuera dando trabajo o generando riqueza para los trabajadores, no sólo para ellos. Claro que eran otros tiempos, donde el Estado no llegaba, la sociedad intentaba de alguna manera llenar esos espacios.
En España aunque si hay cooperativas fuertes - como las del campo español - no somos un país de cooperativistas. Aunque su numero crece en un 4.5% internual de media en las últimas dos décadas. Una velocidad de infarto, si me permiten. Abróchense el cinturón y tomen sus biodráminas. El viaje no ha hecho más que comenzar.
Desconfiamos, ¿quién no ha oído eso de negocios con amigos es mal asunto? Premiamos el individualismo, buscamos los mejores, y denostamos a la medianía. Muchos burpees, mucho defraudar al estado y mucho español pero en Andorra que allí menos impuestos. Y cuesta decirlo, pero hay algo en lo que estos vende-humos de mansiones alquiladas y vidas de mentira tienen razón: Muchos de los problemas que tenemos ahora es por dejar que la política de altos vuelos se encargue, Papá Estado debe velar por los intereses del estado, pero si nosotros mismos no velamos porque la sociedad siga los preceptos económicos derivados de las leyes aplicadas por los partidos que votamos, es bastante naive pensar que las empresas que se lucran de nosotros no harán piruetas para seguir rompiéndonos el bullaque. Y si, es naive pensar que un grupo de cooperativistas van a cambiar el país, también lo sé. Pero es que la alternativa no es mejor.
El estado puede bajar impuestos, subir sueldos, forzar a los supermercados a afinar los precios, quitar IVA a la gasolina, regalarnos dinero como hace la Naranja Mecánica al otro lado del charco, aumentar las ayudas del PER y subir la vital... ¿De qué sirve, si el poder económico está en manos de los cuatro de siempre? ¿De qué sirve si quienes marcan las pautas las marcaran igual? ¿No queremos que los precios de los alimentos sean proporcionales al poder adquisitivo de la clase media? ¿No queremos poder salir a comer sin dejarnos un riñón? ¿Sabéis quien encarecen sobremanera la cesta de la compra? Los intermediarios. ¿Queréis una sociedad justa? Tomad partido. No sólo es afiliarse a un partido, es ser consecuente con tu ideario y practicarlo en el día a día.
Hay cosas en las que no podemos poner nuestro granito de arena, pero otras... Otras es sólo unirnos, porque si aquí Juan Roig se hace de oro cada cuatrimestre y sus beneficios no paran de subir, es porque estamos pagando de más. Las cifras me respaldan, ya que sólo un 15% de empresas del sector alimentario de distribución son cooperativas- Coviran, Eroski y otros más- contra el triple, 46%, de producción agroalimentaria, segun los datos que arroja Cajamar. Si no hay vivienda asequible habrá que hacerla asequible; no seguir inflando la burbuja porque el precio es el que hay, y no vas a ser tont@ y ponerlo más barato... Datos del INE (DIRCE), 0.4-0.6% de las empresas de construcción son cooperativas. El resto son SL y SA. Se tendrán que formar cooperativas que compren suelo y hagan obra social, junto al estado, para bajar los precios, ¿no? ¿O esperamos que estas empresas participadas por fondos de inversión y otras lindas apariciones fantasmagóricas sean dulces y comprensivas y no quieran regar de beneficios a sus queridos accionistas?
Y estos dos ejemplos, la industria alimentaria y la de construcción, muestran algo: que la responsabilidad social es muy importante para el desarrollo de un país, para el bienestar de los habitantes del mismo. Estos cambios, si la tendencia se invirtiese y el cooperativismo estuviese mejor visto, no serían tangibles ni en uno ni dos años, tal vez a los cinco, y muy poco. Son cambios que redefinen la idiosincrasia del país a largo plazo. Porqué, ¿Qué clase de sociedad queremos dejarle al futuro? ¿O estamos tan contaminados por la economía de resultados que nos importa un pimiento lo que pase en diez o veinte años? ¿O comenzaremos a tomar partida en las decisiones más importantes, las que atañen a nuestro día a día? ¿Porqué no ser tu propio jefe, pero en comandita?¿Por un bien común? ¿Ni por esas?
No sirven de nada las leyes si la sociedad no se implica. Es hora de hacer algo, de hacer política también a la hora de consumir y de decidir a quien dar nuestro dinero. De elegir para quienes queremos trabajar, y que queremos aportar como ciudadanos. Cooperativas, para la conciencia social. Aprovechen antes de que las eliminen y nos quiten uno de los pocos poderes que podemos ejercer en la sociedad. Sean rebeldes, háganse cooperativistas.
menéame