En el Ártico, el deshielo tiñe los ríos de color naranja. Los científicos advierten que este fenómeno poco habitual podría desencadenar una devastadora reacción en cadena para el clima de la Tierra. [eng] Traduccion en #1
Este tono rojizo es una advertencia silenciosa. Los científicos afirman que lo que está ocurriendo en Alaska y otras regiones polares podría desencadenar pronto una reacción en cadena capaz de transformar ecosistemas enteros, desde la vida microscópica en los ríos hasta el equilibrio global del carbono. Y lo más sorprendente es que el culpable no es la contaminación ni un accidente minero: es el propio hielo.
Cuando los ríos helados se convierten en reactores químicos
Cuando los investigadores sobrevolaron por primera vez el río Kutuk, en Alaska, quedaron impresionados por su color. Las aguas, antes cristalinas, se habían vuelto de un color naranja intenso y se extendían por kilómetros a lo largo de las llanuras de permafrost. El mismo tono tiñe ahora al menos otros 75 arroyos de la cordillera Brooks. Durante años se sospechó del cambio climático. Pero la pregunta seguía sin respuesta: ¿cómo podía el deshielo provocar que los ríos se oxidaran?
La respuesta comenzó a surgir cuando un equipo de la Universidad de Umeå, en Suecia, publicó un estudio en la revista PNAS en el que revelaba que el agua congelada puede desencadenar reacciones químicas más fuertes que el agua líquida. A medida que se forma el hielo, crea bolsas microscópicas de agua líquida entre los cristales, que funcionan como minirreactores químicos altamente ácidos, capaces de disolver minerales de hierro incluso a -30 °C. Lo que los científicos descubrieron a continuación fue alarmante. Cada ciclo de congelación-descongelación, ahora más frecuente debido al calentamiento global, libera hierro, cobre y zinc del suelo a los ríos. Cuando estos metales entran en contacto con el aire, se oxidan y tiñen el agua de color óxido.
Cuando el deshielo convierte los ríos en tóxicos
El río Salmon, descrito por el escritor John McPhee en 1977 como «el agua más pura y cristalina que he visto nunca», es ahora un cóctel químico. Desde 2019, sus aguas han adquirido tonos naranjas y amarillos, que recuerdan a los… » ver todo el comentario
Y para solucionarlo el mundo libre regido por los visionarios demócratas de Abraham, pisan el acelerador de los combustible fósiles.
Cosas del déficit de Razonamiento lógico de los Patriotas blancos
Hubiera preferido equivocarme cuando les decía a mis hijos que no iban a morir de viejos frente a la hecatombe climática.
En anaranjadalandia ya están viviendo un presente distópico.
¿Que mierda es eso? Coloreo un paisaje según una paleta inventada, le asigno el naranja al parámetro que quiero resaltar... y luego un medio le pone ese titular clickbait.
Cuando los ríos helados se convierten en reactores químicos
Cuando los investigadores sobrevolaron por primera vez el río Kutuk, en Alaska, quedaron impresionados por su color. Las aguas, antes cristalinas, se habían vuelto de un color naranja intenso y se extendían por kilómetros a lo largo de las llanuras de permafrost. El mismo tono tiñe ahora al menos otros 75 arroyos de la cordillera Brooks. Durante años se sospechó del cambio climático. Pero la pregunta seguía sin respuesta: ¿cómo podía el deshielo provocar que los ríos se oxidaran?
La respuesta comenzó a surgir cuando un equipo de la Universidad de Umeå, en Suecia, publicó un estudio en la revista PNAS en el que revelaba que el agua congelada puede desencadenar reacciones químicas más fuertes que el agua líquida. A medida que se forma el hielo, crea bolsas microscópicas de agua líquida entre los cristales, que funcionan como minirreactores químicos altamente ácidos, capaces de disolver minerales de hierro incluso a -30 °C. Lo que los científicos descubrieron a continuación fue alarmante. Cada ciclo de congelación-descongelación, ahora más frecuente debido al calentamiento global, libera hierro, cobre y zinc del suelo a los ríos. Cuando estos metales entran en contacto con el aire, se oxidan y tiñen el agua de color óxido.
Cuando el deshielo convierte los ríos en tóxicos
El río Salmon, descrito por el escritor John McPhee en 1977 como «el agua más pura y cristalina que he visto nunca», es ahora un cóctel químico. Desde 2019, sus aguas han adquirido tonos naranjas y amarillos, que recuerdan a los… » ver todo el comentario
Cosas del déficit de Razonamiento lógico de los Patriotas blancos
En anaranjadalandia ya están viviendo un presente distópico.