#1 las viviendas son para vivir, los hoteles para pernoctar. A España le iba bien siendo turística, no siendo un monstruo de turismo masivo que sólo beneficia a unos pocos y proporciona supervivencia a quienes dependen de el porque no han dejado más opción.
#4 según el otro enlace, el agresor ya ha repartido alguna tollina más (o lo ha intentado) por el Ayuntamiento. Muchas lindes serían, que también puede ser.
Sólo el hecho de que un policía pueda expresar libremente su ideología ya me hace sentirme super tranquilo en este país, claro que si.
Me da igual cual, de izquierdas o de derechas, aunque por lo que sea no suele haber muchos policías de izquierdas, o al menos no lo dicen, como debe ser.
Luego las sorpresas de por qué la gente apoya en sus reivindicaciones a tal o a cual.
Es que me la pela fuertemente que no me entiendan, que me llamen enfermo o que ridiculicen algo que nadie va a cambiar, como el hecho de que el vínculo que tengo con mis animales es mucho más fuerte que el que pueda tener con otras personas, incluso con algunos que se llaman familiares y no actúan como tal (ni yo tampoco). Si, probablemente termine muriendo sólo, pero tener quince hijos tampoco te garantiza que no te ocurra, el cuento a otro.
No necesito que el vínculo sea recíproco, me basta con saber que al menos estos dos gatos han vivido y vivirán la mejor de las vidas posibles comparadas con las otras posibilidades que tenían. No me van a venir a salvar en un incendio, ni me van a traer el periódico a la cama. No los acogí para eso. Me da igual si son animales que dependen de la existencia humana; es algo que no creo que cambie mientras yo viva, ni algo que yo pueda evitar o no contribuir. A estos dos los adopté ya mayores, y lo volveré a hacer cuando no estén para darle una oportunidad a animales que ya están aquí.
Nadie que no haya tenido mascotas o que ni siquiera sienta la más mínima empatía por otras especies va a venir a decirme cómo debo sentirme yo a cada momento respecto a las mías, igual que yo no le digo a ningún padre cómo criar a sus hijos o a ninguna otra persona cómo hacer su trabajo. Qué manía con meterse en los sentimientos ajenos, oye.
#33 si me das a elegir entre ciertos "familiares" y mis dos gatos, te puedo asegurar que tengo clara la respuesta.
Por suerte en esta vida no suelen hacerte elegir entre familiares, ni entre familiares y mascotas. Son cosas que sólo ocurre en la mente de gente que no tiene mascotas, además.
#40 a ver, dejarle le dejó, de manera definitiva y sin vuelta de hoja, pero le dejó
De todas formas no hace falta llamar a la muerte como tal para saber que está presente. Una persona que te diga que ha tenido que dormir a una mascota suele estar pasándolo mal. Deja que cada cual llame a algo tan doloroso como quiera, si eso sirve para amortiguar el golpe.
¿pero ustedes sabéis la de chalets con piscina que se pueden construir si secamos Doñana? ¿Y resorts en medio de los pinares? ¿y cuántos invernaderos nuevos caben para que no os falten moras y frambuesas en casa?
A mi esto no sólo me parece el culmen de la civilización y la humanidad (ayudar a morir en paz, en calma, sin sufrimiento) sino que me toca por dos vías:
Mi tía, doctora, profesora de enfermeras, se acuesta una noche sana como una pera y a mitad de sueño le da un ictus, se queda vegetal y pasa un mes en el hospital conectada a mil máquinas. Tuvimos doble "suerte": que en Andalucía se permite que la familia decida si mantenerle "enchufada" o no, y que mi tío también es médico, del mismo hospital donde ambos trabajaban, y que sus compañeros no dudaron en echarle una mano para evitar más sufrimiento.
Y luego por mi. Tengo clarísimo que si me toca irme, que sea rápido, sin dolor y sin esperas. Incluso estando "bien", poder decidir cuándo te vas me parece uno de los mayores actos de valentía que podemos hacer con nosotros mismos y con los que tenemos alrededor.
Nunca entenderé a esas personas que prefieren tener a familiares sufriendo en una cama antes que dejarlos ir. Matizo: puedo entenderles desde un punto de vista muy egoísta, pero no los entenderé desde un punto de vista humanitario.
La muerte ya da bastante miedo como para que la hagamos más complicada todavía. Ojalá se avance un poco más en este tema y por fin cada uno pueda decidir cuándo y como dejar este mundo.