El Cgil exige al Gobierno, a la patronal Confindustria y a las empresas un freno en los despidos y un aumento de las medidas sociales para parados y jubilados, una reducción de impuestos y la regularización de los inmigrantes que trabajan en el país.Casi un millón de personas se sumaron a las más de cien manifestaciones convocadas en las grandes ciudades italianas, entre las que destacan la de Florencia, con 40.000 personas, las de Roma y Milán, con 30.000, y la de Nápoles, con 15.000, según datos facilitados por el sindicato.