"Una cartilla de racionamiento, cupón o libreta de abastecimiento es un vale emitido por un gobierno para que el titular pueda obtener alimentos u otros productos escasos en tiempos de guerra o en otras situaciones de emergencia en las que esté en vigor el racionamiento."
Para "Bono social", lo más cercano que he encontrado en España es el Bono social eléctrico (negritas mías):
"En España hay previstas ayudas y bonificaciones en forma de descuentos para pagar las facturas energéticas de aquellas personas que se encuentran en vulnerabilidad social y/o económica, es decir, para combatir la pobreza energética. Estas ayudas se conocen como Bono Social y existen para pagar las facturas de la luz (Bono Social Eléctrico), para las facturas del gas (Bono Social Térmico) y para las del agua (Bono Social del Agua)."
Es decir, el primero es PARA TODOS, sea rico o pobre. Por ejemplo, no hay pan porque hay una guerra, el Estado produce pan, o encarga a alguien que produzca pan, y crea unos cupones que te permiten recoger una cantidad limitada de pan para tú familia, y es limitada porque se pretende que llegue para todos, o a la mayor cantidad de gente posible, sin que unos pocos acaparen.
El segundo es PARA LOS POBRES en tiempos "normales" (sin guerra o catástrofe de por medio): no llegas a fin de mes y tienes que elegir entre pagar facturas, alquiler, etc., o comer, y el Estado crea bonos, ayudas, para que puedas comprar comida a su cargo.
#30#20 apunta a la diferencia importante: Las cartillas de racionamiento es un mecanismo que se implementa cuando guerras, catástrofes u otras circunstancias (en Cuba, por ejemplo, el embargo de comercio internacional) hacen que no haya abundancia de recursos alimentarios/higiénicos para que funcione la economía de mercado básica (que no la economía liberal), y su intención es hacer un reparto equitativo de los pocos recursos disponibles.
Por otro lado, los bonos son un mecanismo para cuando, aun habiendo recursos más que suficientes para proveer y alimentar a toda la población, la ineficiencia del sistema hace que incluso personas con ingresos estables en trabajos cualificados no tengan dinero suficiente para acceder a esos recursos y necesiten aprovisionamiento de comida fuera del mercado.
#30 Los bonos sociales son una especie de cheques canjeables por alimentos, los comercios luego los presentan al estado y cobran. En el caso de las cartillas es el estado quien reparte, poco y mal. Aquí siempre hubo un extenso mercado negro (donde iba a parar la mayor parte de lo requisado), pero lógicamente a precios prohibitivos. Las cartillas de racionamiento eran para los que no tenían suficiente dinero. No se otorgaban a todo el mundo, y de todos modos no bastaban para sobrevivir.
#101 Ya claro, no hay una curva generacional desfavorable para las pensiones y España no tiene una deuda que debe hasta de callarse.
Vivís en la inopia.
#26#28 La última vez que lo mire, el sistema de pensiones no estaba precisamente sobrado, es más, al parecer nos tenemos que jubilar a los 67 años de momento.
De que valen medidas populistas que son ajenas a la realidad, el dinero no se pinta.
#45 La última que fui yo "para mi" (otra cosa es llevar a mi hija) fue esa misma, día entre semana, a las 17:00 y en VOSE. Así sí se puede disfrutar una película. Y mañana voy a ver "Regreso al Futuro"
#13 Si me dejan, jajajaja. No sé cuándo tengo cursillo del uso de la I.A. para estas cosas (tampoco sé si asistiré, me da mucha pereza)... Así que puede que en un futuro las historias las inventen las I.A.s, aunque me da el pálpito que no creo que sean capaces de pensar "fuera de la caja". Un colega vio el otro día la última de Lanthimos... "Bugonia". Y esto me recuerda que películas de este autor como "Canino" son extremadamente difíciles de crear si no se es humano.
Tráiler de "Bugonia": www.youtube.com/watch?v=ugTqv5T0-2s
#62 Aun quitando la comida, con el precio de las entradas, una vez por semana, me compré una Samsung S95C OLED de 77" con una barra de sonido de gama media/alta y llevo 3 años con ella disfrutando de una muchísima mejor calidad de imagen que en el cine.
A mí, desde luego, no me pillan más de una vez al año por el tema de la niña, que le hace ilusión ver una peli en una pantalla tan grande fuera de casa.
También te digo que, aunque yo no fuera tanto, si costara 3 pavos, mi pareja y mi hija igual iban un par de semanas al mes sólo por el hecho de salir y hacer algo diferente.
#7 Te añado otra tontería. no la busques en la ineterrrnees... porfa, con 20 o 21 años gané un premio nacional (español) de escritura de guión de comics. No lo busques, porfa, o si lo buscas, no lo publiques... suelo ser muy discreto en mi trabajo. Lo que te quería contar es que con esos años, esa ilusión, pensé que era un creador, un creativo. Un lo que sea... Luego la vida te lleva a otros mundos. He escrito (y publicado) novelas de ci-fi (es y era mi válvula de escape) y he trabajado en el audiovisual en todas sus áreas. Entretener, contar historias es mi placer. Y sé que los mundos cambian, las culturas, las sociedades, los jóvenes, los viejos... Me encanta contar historias. Es mi defecto.
#10 Jajaja... lo tengo abocetado... pero me repienso si debo o no contarlo, ya que sumando dos y dos y buscando en la internesss se sabrá de quién hablo con nombres y apellidos y aunque sea mi experiencia, no sé si debo o no debo. No dejo en mal lugar a nadie, pero podría ser malinterpretado. Me lo pienso.
#30 ostias, que eso pasa bastante en España, eh. Supongo que por aquello de que cualquier tiempo pasado fue mejor. La gente se acuerda de lo bueno y cree que se podría vivir con lo bueno de ahora y lo bueno de antes.
Hoy, 20 años después de la caída del Muro de Berlín, el 57 %, es decir, la mayoría absoluta, de los alemanes orientales defiende la antigua Alemania Oriental.
«La RDA tenía más aspectos positivos que negativos. Había algunos problemas, pero se vivía bien allí», afirma el 49 % de los encuestados. El 8 % de los alemanes orientales se opone rotundamente a cualquier crítica hacia su antigua patria y está de acuerdo con la afirmación: «La RDA tenía, en su mayor parte, aspectos positivos. La vida allí era más feliz y mejor que en la Alemania reunificada actual».
#10 Tienes que tener una educación de base que te enseñe a dudar y razonar, claro. También tienes que tener unos principios éticos que valoren la honestidad y el respeto a los demás. Creo que esto es el verdadero quid del asunto. Si esto falla entonces falla todo lo demás.
"Una cartilla de racionamiento, cupón o libreta de abastecimiento es un vale emitido por un gobierno para que el titular pueda obtener alimentos u otros productos escasos en tiempos de guerra o en otras situaciones de emergencia en las que esté en vigor el racionamiento."
Para "Bono social", lo más cercano que he encontrado en España es el Bono social eléctrico (negritas mías):
"En España hay previstas ayudas y bonificaciones en forma de descuentos para pagar las facturas energéticas de aquellas personas que se encuentran en vulnerabilidad social y/o económica, es decir, para combatir la pobreza energética. Estas ayudas se conocen como Bono Social y existen para pagar las facturas de la luz (Bono Social Eléctrico), para las facturas del gas (Bono Social Térmico) y para las del agua (Bono Social del Agua)."
Es decir, el primero es PARA TODOS, sea rico o pobre. Por ejemplo, no hay pan porque hay una guerra, el Estado produce pan, o encarga a alguien que produzca pan, y crea unos cupones que te permiten recoger una cantidad limitada de pan para tú familia, y es limitada porque se pretende que llegue para todos, o a la mayor cantidad de gente posible, sin que unos pocos acaparen.
El segundo es PARA LOS POBRES en tiempos "normales" (sin guerra o catástrofe de por medio): no llegas a fin de mes y tienes que elegir entre pagar facturas, alquiler, etc., o comer, y el Estado crea bonos, ayudas, para que puedas comprar comida a su cargo.
cc #45