Kwik-Fit, una cadena de talleres de coches británica, ha sido denunciada por la Performing Rights Society (PRS, la SGAE de aquellos pagos) porque sus empleados escuchaban la radio a un volumen demasiado alto, dando la posibilidad a que la música radiada, protegida por copyright, pudiera ser escuchada por sus compañeros y clientes, por lo cual solicitan 200.000 libras por daños. En inglés.