Parecen tener mucho éxito estas dietas que no hacen más que aprovecharse de la gente, cuando lo único de bueno que tienen es el nombre (que, para qué engañarnos, son graciosos algunos): dieta de la alcachofa, dieta del futbolista, dieta de las sopas, de la papaya, de la fruta, del té, de las ensaladas, del verano, de la felicidad y así podría estar días y días enteros.