Los datos, basados en un relevamiento de 31 áreas urbanas que abarcan a 29,8 millones de personas, estiman entre 1,7 y 1,8 millones los desocupados, la tasa más alta en casi cuatro años. La tasa de empleo era del 44,4% (13,3 millones de personas), con un 42% en empleos informales y un 36,3% sin cotizar a la seguridad social. Los empleos asalariados formales disminuyeron en 200.000 personas, los informales en 100.000, mientras que el trabajo por cuenta propia creció en 100.000 personas.