
Si buscas “Greta Thunberg” en Google, el primer resultado no es Wikipedia ni una noticia: es un enlace patrocinado del gobierno israelí que la vincula con Hamas. Una operación de propaganda institucional pagada para desacreditar a la activista climática.
Israel ha decidido que, si no puede silenciar las críticas, al menos puede comprar su versión de la realidad.
Al buscar Greta Thunberg en Google, el primer resultado que aparece —antes de cualquier medio o biografía— es un enlace patrocinado, no orgánico, que lleva a una web oficial del gobierno israelí:
govextra.gov.il/mda/march-to-gaza/the-hidden-networks-behind-the-global-sumud-flotilla/
La página, con sello del Ministerio de Asuntos Exteriores, afirma que la llamada Flotilla Global Sumud, una misión civil que intentó llevar ayuda humanitaria a Gaza, está “dirigida por una red internacional vinculada a Hamas y la Hermandad Musulmana”.
Entre los nombres mencionados: Greta Thunberg.
No hay pruebas, solo gráficos tipo PowerPoint, palabras como terrorismo, Islam político, y muchas insinuaciones.
Pero lo importante no es el contenido, sino el método: Israel está comprando publicidad en Google para difundir una pieza de propaganda estatal que criminaliza a una activista civil.
Greta lleva tiempo criticando los bombardeos sobre Gaza y ha participado en actos por el alto el fuego. Desde entonces, el gobierno israelí la ha señalado repetidamente.
Esta vez va más allá: ha comprado visibilidad global para que, cada vez que alguien la busque, aparezca un enlace que la asocia con Hamas.
La táctica es clara:
1.- Identificar una figura incómoda.
2.- Asociarla con terrorismo.
3.- Pagar publicidad para que esa idea aparezca primero en el buscador.
Resultado: millones de personas ven propaganda oficial antes que información real.
Lo que vemos no es comunicación institucional, es guerra informativa pagada.
Israel utiliza la infraestructura publicitaria de Google para difundir desinformación política con dinero público.
Y lo más grave: Google no etiqueta estos anuncios como contenido político, ni exige transparencia sobre quién los financia o con qué presupuesto.
Que un Estado pueda pagar anuncios para difamar a una persona civil abre un precedente escalofriante.
Hoy es Greta Thunberg.
Mañana puede ser cualquier periodista, activista o político crítico.
Israel no solo libra una guerra militar: también libra una guerra narrativa, y la está financiando con clics.
La propaganda ya no se imprime ni se emite por televisión: se compra por puja en Google Ads.
Este episodio no es aislado.
Forma parte de una estrategia más amplia de propaganda sionista que ya ha llegado a medios en multitud de países como España:
Recientemente se han detectado contenidos similares en portales como 20minutos.es, donde se han publicado artículos con titulares y enfoques alineados con los comunicados del gobierno israelí, minimizando las protestas pacíficas por Palestina o insinuando vínculos con extremismo.
En Menéame ya publiqué otro artículo:
👉 “Propaganda sionista contra protestas pacíficas”,
donde hablé de las técnicas de manipulación y los intentos de criminalizar cualquier muestra de solidaridad con Gaza.
El caso de Greta Thunberg se suma a esa lista:
Israel usa sus recursos diplomáticos, mediáticos y ahora publicitarios para controlar el relato internacional y desacreditar a quienes se oponen a su política en Palestina.
Una maquinaria propagandística que ya no se limita a los medios tradicionales: ahora compra espacio en los resultados de Google para moldear lo que el mundo ve.
Fuente del enlace oficial:
govextra.gov.il/mda/march-to-gaza/the-hidden-networks-behind-the-global-sumud-flotilla/
Chat Control se vota el 14 de octubre en el Consejo de la UE y el 15 en la comisión LIBE del Parlamento Europeo. Como has oído. Quedan exactamente seis días para que se vote en el Parlamento Europeo una ley que viola los derechos constitucionales de todos los Europeos y siete para que el Parlamento dé el paso clave antes del pleno final.
Ante la prácticamente inexistente cobertura mediática, me veo obligado a informar a través de estos artículos.
La versión danesa del Reglamento CSA obligará a todas las plataformas de mensajería a escanear incluso los chats cifrados de extremo a extremo antes de enviarse (client-side scanning). Tu móvil revisará tus fotos y mensajes antes de mandarlos; si el algoritmo detecta contenido sospechoso, la plataforma podrá entregarlo sin orden judicial previa.
Son muchas las voces en contra de este movimiento tecnofascista en el seno de la EU. La más notoria ha sido la carta de Signal:
signal.org/blog/pdfs/germany-chat-control.pdf
Lo que proponen es, en efecto, una vigilancia masiva sin restricciones, abriendo las comunicaciones íntimas y confidenciales de todos, ya sean funcionarios gubernamentales, militares, periodistas de investigación o activistas. A pesar de todo lo que Europa habla de soberanía, esta es una extraña decisión de ciberseguridad en múltiples frentes.
En un artículo previo explicaba que Alemania se había posicionado en contra, lo cual suponía una minoría necesaria para parar la propuesta: www.meneame.net/story/minoria-parar-atropello. Unos días después, Alemania se desdijo para volver a una posición de indecisión.
Ayer mismo, en declaraciones oficiales, el eurodiputado Alemán Jens Spahn confirmo que la coalición CDU/CSU votara en contra:
bsky.app/profile/eckstein.bsky.social/post/3m2m73jqlcs2t
Desde el grupo parlamentario de la CDU/CSU, nos oponemos firmemente a la monitorización indiscriminada de chats. Sería como abrir toda la correspondencia de forma preventiva para ver si contiene algo ilícito. Eso es inaceptable y no lo consentiremos.
También, Eslovenia declaró de forma oficial estar en contra de la propuesta:
n1info.si/novice/slovenija/slovenija-vendarle-sprejela-odlocitev-o-ure
El mapa queda de esta manera:
Con esta disposición se podría parar la propuesta. Pero teniendo en cuenta que hablamos de políticos, no debemos confiarnos.
Pese a haberles enviado correos de forma masiva, y a menos de una semana para la votación, la mayoría de nuestros representantes no se han posicionado. No tengo claro si es una cuestión de dejadez de sus funciones, pasotismo o simplemente se deben a acuerdos políticos en la sombra.
Enviar un correo a nuestros representantes y llenarles la bandeja con estos es probablemente la mejor opción, deben saber que el pueblo no aprueba sus desmanes:
¿Son palabras vacías las de combatir el fascismo o es simplemente una impostura de cara a la galería? Esta es una amenaza real, tangible y efectiva, que viene desde dentro del mismo seno de la UE y nuestros representantes ignoran al pueblo y hacen mutis en el foro.
menéame