En 125 años, Cataluña ha pasado de tener casi 2 millones de habitantes a albergar más de 8 millones. Durante este periodo, la natalidad ha sido siempre baja, de manera que el enorme crecimiento poblacional se ha producido a base de inmigración, combinado con el aumento de la longevidad. Con tanta gente, hay ahora más catalanohablantes que nunca. Pero al mismo tiempo son ya una minoría inferior al 50% y cada vez más pequeña. Casi todos los problemas de la gobernación de Cataluña son consecuencia directa o indirecta del incremento poblacional.