El coste de la máquina es de 100.000 euros y, por eso, tanto Gervasio, como su mujer, Belén, son conscientes de la importancia del estado del bienestar. "Es impagable -, confiesa ella, convertida en un pilar fundamental en la vida de él-. Gracias a la sanidad pública, hay mucha gente que puede seguir viviendo". Es el caso de Gervasio, quien repite varias veces, a lo largo de la conversación con Levante-EMV, un mantra: "El corazón me ha regalado una década de vida".