Hace algo más de medio siglo, durante la década de los sesenta, un equipo de paleontólogos y antropólogos realizó un interesante hallazgo cerca de la pequeña localidad de Grăunceanu, Rumania. Junto al valle del río Olteţ, centenares de huesos de animales prehistóricos, acumulados en un solo yacimiento, resurgían de la tierra ante el asombro de los investigadores. El inexorable paso del tiempo y la paciente acción fluvial habían arrastrado, sedimento tras sedimento
Fuente:
www.nature.com/articles/s41467-025-56154-9