...Señor Urdangarín, es usted avaricioso, no quiso sólo vivir bien, quiso hacerlo mejor. Señor Urdangarín, es usted un sinvergüenza, sabía las “responsabilidades” que conlleva, para con el pueblo español, el cargo “decorativo” que desempeña, y poco le ha importado, por decirlo de alguna (buena) manera. Señor Urdangarín, es usted un necio prepotente, que ha comprado ostentosas mansiones, 8 millones de Euros su palacete condal, llevando un nivel de vida muy por encima de lo que correspondía a su imagen y a la de su familia.