Decía Indro Montanelli que el mejor periodismo es como un buen árbitro de fútbol: pone de manifiesto la justicia sin que se note que está. A esta reflexión, Kapuscinski añadía que si el periodista iba a dar el paso de convertirse en protagonista debía mostrar una ecuanimidad absoluta, algo que, en realidad, es prácticamente imposible, pues nadie carece de ideología. Pues bien, Ana Pastor no es que no cumpla estas dos máximas, es que ha hecho de su profundo incumplimiento, una marca personal. Ella deja su …