La pérdida desconocida en el comercio minorista español --derivada del hurto de empleados, clientes y proveedores y de errores internos-- ha alcanzado este año los 2.805 millones de euros, lo que representa un incremento del 3,8% respecto a los 2.510 millones del ejercicio anterior. Según el estudio, los delincuentes tienden a centrarse en artículos pequeños y fáciles de esconder, caros y de marca, como juegos electrónicos, reproductores de MP3, ropa, cosméticos, perfumes, bebidas alcohólicas, cárnicos y alimentos caros o 'gourmet'.