Este pasado martes 20 de mayo, el Parlamento de Suecia votó sobre la Propuesta 2024/25:124, una propuesta para criminalizar la compra de servicios de trabajo sexual digital como cámaras web, contenido erótico personalizado e intimidad pagada en línea. La nueva ley amplia la actual penalización de la compra de servicios sexuales a actos realizados íntegramente en línea, convirtiendo los servicios digitales consensuados en un delito punible. Esta medida ha generado alarma entre defensores de derechos humanos, juristas y expertos en políticas.