Menos de un año después de que Damon Knight, fundador y presidente de la SFWA, creara los Premio Nébula, se entregaron los primeros el 11 de marzo de 1966. La ganadora a la mejor novela fue “Dune”, de Frank Herbert. “El árbol de saliva”, de Brian W. Aldiss, y “El que da forma”, de Roger Zelazny, empataron en la categoría de novela corta. “Las puertas de su cara, las lámparas de su boca” (también de Zelazny) ganó en la de relato y Harlan Ellison ganó en relato corto con “¡Arrepiéntete, Arlequín!, dijo el señor Tic-tac”.