Cada poco, mi señora madre me sorprende con el mismo titular que se va repitiendo en los periódicos con cada oposición a judicaturas: tal o cual chaval o chavala han sacado las oposiciones con 24, 25 o 26 añitos. Mi madre nunca me perdonó del todo que no me dedicase a la medicina, en primer lugar. Y ya puestos a hacer derecho, me decía, qué menos que hacerte juez o notario. Muchos años después de haber terminado la carrera y con cierto recorrido profesional a mis espaldas, me sigue lanzando miradas sutiles en …