No todos los accionistas son iguales y entre sus múltiples diferencias la que nos parece relevante es la que se deriva de lo que quieren. Cada uno de ellos puede querer cosas diferentes y, por supuesto, que cabe cualquier tipo de originalidad, pero, estando cerca del accionista, conociéndolo, resulta fácil contestar a la pregunta de qué es valor para él.