Por qué la comprensión de conceptos universales demuestra que existe vida más allá de la muerte

Los seres humanos comprendemos universales. Por ejemplo, entendemos qué es un triángulo, no solo este triángulo; sabemos qué es el rojo, aunque ningún objeto rojo sea idéntico a otro; comprendemos qué es la justicia, aunque nunca la hayamos visto físicamente; reconocemos perro en millones de perros distintos.

¿Qué es un universal?

Un universal es aquello que puede aplicarse a muchos casos distintos sin ser idéntico a ninguno de ellos. P. ej.: ESTE perro, ESE perro, AQUEL perro... Todos son diferentes, pero comparten algo en común: SER perro. Ese ALGO COMÚN no es ESTE perro concreto, no pesa, ni tiene color, ni ocupa espacio. Eso es el universal “perro”.

Nota: no estamos diciendo que el universal exista flotando en un mundo platónico. Solo estamos diciendo que es comprendido por la mente.

Sentir vs comprender

Aquí suele empezar la confusión. Los sentidos perciben lo particular, lo concreto, lo individual. P. ej.: veo ESTE perro, oigo ESTE sonido, toco ESTE objeto. Los sentidos nunca perciben universales. Nunca ves: “perro en general”, “rojo en general”, “triángulo en general”. Siempre ves un caso concreto.

El intelecto hace algo radicalmente distinto: capta lo común, lo que se repite, la esencia compartida. Cuando dices: “Esto es un perro”, estás haciendo algo que los sentidos por sí solos no hacen: reconocer una naturaleza común, abstraer lo esencial (propiedades necesarias que definen la identidad de algo) de lo accidental (características que pueden estar presentes o ausentes sin cambiar la naturaleza fundamental del objeto: color, tamaño).

Principio clave: Un efecto no puede contener más que lo que está presente en su causa. P. ej., de una fotocopiadora no sale música, de señales eléctricas no sale poesía (a menos que haya algo más involucrado).

Por tanto, si una facultad produce universales, esa capacidad debe estar presente en su modo de operar. Dicho más simple: si obtienes “lo general”, no puede venir de algo que solo funciona como “lo particular”.

¿Puede algo puramente material producir universales?

¿Qué significa “material”? Algo material es: particular (está aquí o allí), determinado (es de este tipo concreto), espacial (ocupa lugar), individual (no es muchos a la vez).

Una neurona está en un punto concreto del cerebro, tiene una forma concreta, tiene un estado físico concreto.

Un estado material siempre es: este estado concreto y no otro. Pero un universal es: aquello que puede ser muchos sin dejar de ser uno. Ejemplo: el concepto triángulo incluye triángulos grandes, pequeños, isósceles, escalenos, dibujados, imaginados...

Ningún estado físico concreto puede ser TODOS esos a la vez sin perder su determinación concreta.

El cerebro

Se suele decir que el cerebro codifica patrones generales, pero analicemos eso con cuidado: representar no es comprender. Un termómetro “representa” la temperatura, un GPS “representa” una posición, pero no saben qué es temperatura, no entienden qué es posición.

Representación ≠ comprensión.

Un patrón neuronal es solo actividad electroquímica. No es “sobre” nada por sí mismo. Para que represente “perro” alguien debe interpretarlo como perro.

¿Qué significa “interpretar”?

Interpretar no es que algo reaccione causalmente, que algo esté correlacionado con otra cosa.

Interpretar sí es: atribuir significado, entender que esto es sobre aquello, reconocer que un estado “quiere decir X y no Y”. Ejemplo: una palabra escrita “perro” significa perro. No es solo tinta: hay un acto de comprensión.

Un patrón físico por sí mismo no tiene significado

Un estado cerebral es actividad electroquímica en un lugar concreto en un momento concreto. Por sí mismo, ese estado no dice “soy el concepto perro”, “represento un perro”. No dice nada. Es como un voltaje en un cable, sin alguien que lo interprete, no significa nada.

Ejemplo: el código Morse:

· − − ·

Eso de arriba no es una letra por sí mismo. Es letra solo si alguien conoce el código, interpreta la secuencia, la entiende como “P”. Pero si no hay intérprete son solo impulsos eléctricos.

“Pero el cerebro interpreta sus propios estados”

Aquí está el problema, decir eso implica que hay algo en el cerebro que entiende que este patrón significa “perro”, pero entonces preguntamos: "¿qué es eso que entiende?"

Primera opción: otra parte del cerebro

Podrías decir: “Otra red neuronal interpreta ese patrón”. Vale, pero entonces esa segunda red también es solo actividad física. También necesita interpretación. Entonces necesitas una tercera red que interprete a la segunda, y una cuarta que interprete a la tercera, etc. Es decir, un bucle infinito: nunca llegas a comprender nada , solo a más y más procesamiento ciego.

Es como decir: un traductor traduce al traductor, que traduce al traductor..., pero nadie entiende nunca el idioma.

Segunda opción: el patrón se interpreta “solo”

Esto es como decir: “la actividad física tiene significado por sí misma”. Pero le estás atribuyendo a lo físico una propiedad no física: significado, intencionalidad, “acerca de”. Y eso ya no es materialismo en sentido estricto. Es introducir una propiedad irreductible, no espacial, no causalmente explicable en términos físicos... O sea, has introducido una facultad distinta de lo físico, aunque no quieras llamarla así.

Por ejemplo, un mapa representa un territorio, pero no sabe que lo representa. Para que sea un mapa alguien debe entenderlo como mapa. Ahora imagina: “El mapa se interpreta a sí mismo”. Eso no significa nada. Del mismo modo, el cerebro puede funcionar como un mapa, pero no puede saberse mapa sin un lector.

El punto es que interpretar es un acto normativo: "Correcto / incorrecto", "verdadero / falso". Y los procesos físicos solo describen lo que ocurre, no lo que significa. La normatividad no emerge de la causalidad.

Entonces, ¿qué se sigue exactamente?

No se sigue que el cerebro no importe, la neurociencia sea falsa, o tengamos un “fantasma mágico”. Se sigue que para que haya comprensión y significado, debe existir una facultad que no se reduzca a procesos físicos ciegos. Eso es lo que clásicamente se llama: intelecto, razón, mente o alma.

Intencionalidad: el “acerca de”

Los universales tienen una propiedad clave: son acerca de muchos casos posibles. Esto se llama intencionalidad. Por ejemplo: el concepto perro es “acerca de” todos los perros, incluso de perros que aún no existen.

Ningún objeto físico es “acerca de” algo por sí mismo: una piedra no es “acerca de”, una neurona no es “acerca de”, un impulso eléctrico no es “acerca de”. La acerca-de-idad no es una propiedad física.

Argumento central

Comprendemos universales. Los universales son: no particulares, no espaciales, no individuales... Todo proceso puramente material es: particular, espacial, individual... Lo puramente material no puede producir aquello que carece de esas propiedades. Por tanto, la facultad que comprende universales no es puramente material.

Conclusión: la comprensión de universales es una operación inmaterial.

Consecuencia inevitable

Si la comprensión de universales es inmaterial, entonces el ser humano no es reducible a procesos físicos, la razón no es explicable solo en términos causales, el materialismo es falso.

Esto abre la puerta a realidades no materiales.

Por qué este argumento es difícil de refutar

Para negarlo, el crítico debe hacer una de estas cosas:

1) Negar que comprendemos universales (pero usará universales al negarlo)

2) Reducir universales a particulares (pero confundirá representación con comprensión)

3) Afirmar que lo material puede ser no particular (pero vaciará el concepto de “material”)

4) Decir “es emergente” (nombrará el problema, pero no podrá explicarlo)

¿Qué significa exactamente “inmaterial”?

“Inmaterial” no significa: fantasmagórico, místico, espectro flotando... Inmaterial significa algo muy concreto: no está compuesto de partes físicas,no ocupa espacio, no es una estructura que pueda descomponerse mecánicamente. Por ejemplo, una neurona se puede cortar, dividir, degradar. Pero un concepto (por ejemplo, triangularidad) no se rompe en trozos.

La corrupción (destrucción) afecta a lo que está compuesto de partes: un vaso se rompe porque tiene partes, un cuerpo muere porque sus órganos se desintegran... La destrucción es siempre: separación, desorganización, pérdida de estructura material...

Pero el intelecto, en cuanto facultad de comprensión, no está hecho de partes físicas, no ocupa espacio, no es una estructura material, por tanto, no puede destruirse por descomposición material, porque no tiene partes que descomponer.

Objeción típica: “pero depende del cerebro”.

Cierto, el intelecto depende del cerebro para operar aquí y ahora, pero hay que distinguir dos cosas distintas:

1) Dependencia operativa: Algo depende operativamente de otra cosa cuando necesita ese soporte para actuar en este contexto, pero no se identifica con ese soporte. P. ej., un argumento lógico puede estar escrito en un idioma, en papel con tinta, pero el argumento no es la tinta ni el papel ni el idioma, ya que puedo escribir el mismo argumento en otro papel con otra tinta y en otro idioma.

2) Dependencia ontológica: Algo depende ontológicamente de otra cosa cuando si esa otra cosa deja de existir, esto también desaparece; es decir, no puede existir en ningún sentido sin ella. Por ejemplo, una ola depende del agua: sin agua no hay ola; un color pintado depende de la pared: sin pared, no hay ese color ahí; la combustión depende del oxígeno: sin oxígeno, no hay fuego.

Aquí sí hay identidad fuerte: el fenómeno es un modo de la cosa material..

Volvamos al intelecto. Este sí depende operativamente del cerebro para percibir cosas, para imaginar, para recordar imágenes... Si el cerebro se daña se dificulta o se impide el ejercicio de esas funciones. Esto nadie lo discute. Pero eso no implica dependencia ontológica, porque lo que hace el intelecto es comprender universales, captar verdades, entender significados... No es una imagen, una descarga eléctrica, un proceso espacial... Es una operación inmaterial, y por lo tanto, el cerebro es instrumento, pero no es la fuente ontológica del significado.

Un ejemplo muy intuitivo: escribes una verdad matemática en un libro. Quemamos el libro. ¿Ha dejado de ser verdadera esa verdad? ¿Ha desaparecido el teorema? No. Se ha perdido el soporte, no el contenido inteligible. Eso muestra que el contenido no es idéntico al soporte físico, aunque lo necesite para manifestarse aquí.

Por qué esto no son juegos de palabras

Si no distinguimos estas dos dependencias, caemos en un error lógico clásico: “X no puede operar sin Y, luego X es Y”. Eso es falso. Por ejemplo: "no puedo ver sin ojos, luego la visión es mis ojos".

El cerebro explica cómo accedemos al conocimiento, pero el intelecto explica qué es conocer. Son niveles distintos.

Qué ocurre con la muerte

La muerte es la desintegración del organismo, el cese de las funciones biológicas. Lo que sí muere es el cuerpo, el cerebro como órgano, la percepción sensible, pero lo que hemos establecido es que la facultad intelectual no es un órgano ni una función biológica. Entonces, estrictamente hablando, la muerte no destruye lo que no es material. Solo impide su modo actual de operar ligado al cuerpo.

¿Esto implica supervivencia consciente?

Aquí hay que ser honesto: la razón sí demuestra que el intelecto no se destruye con la muerte, que no se aniquila por descomposición, pero la razón no demuestra por sí sola cómo será su modo de experiencia, qué tipo de conciencia tendrá, si habrá memoria sensible, emociones, etc.

Pero sí demuestra que la aniquilación total de la persona no se sigue racionalmente de la muerte del cuerpo.

Por qué esto ya apunta a vida después de la muerte

Vida, en sentido filosófico, no significa: respirar, tener pulso..., significa: tener actividad propia, tener actos inmanentes (una acción que no sale fuera del sujeto, sino que permanece en él, como entender)

El intelecto, comprende, conoce, es capaz de verdad. Y esa capacidad no se destruye por muerte corporal. Por tanto, es racional concluir que el ser humano no deja de existir con la muerte del cuerpo.

Esto ya es una afirmación de vida post-mortem en sentido estricto, aunque no todavía “cielo”, “infierno”, etc.

Resumen final

-Comprender universales es una operación inmaterial.

- Lo inmaterial no se destruye por descomposición.

- La muerte es descomposición material.

- Por tanto, la facultad intelectual no es destruida por la muerte.

- Por tanto, el ser humano no es aniquilado con la muerte.

- Luego, es racional afirmar supervivencia personal tras la muerte.

Bonus

¿Y de dónde surge este intelecto inmaterial? ¿Qué es lo que le da la existencia?

El que conozca mis artículos ya sabe cuál es la respuesta, pero esto es otra historia para otro día...