Los auditores han acreditado que el ex presidente del Palau Fèlix Millet y su mano derecha, Jordi Montull, arañaron al menos 2,3 millones de euros para las obras de sus domicilios particulares con cargo al erario público y que, además, costaron el doble de lo presupuestado. Millet amplió su casa con piscina, domótica y un auditorio a costa de la entidad. Un total de 642.000 euros costaron los equipos de imagen y sonido, y pequeñas reparaciones.