En cinco años, el número de investigadores experimentó un aumento considerable en todo el mundo, pasando de 5,8 a 7,1 millones. Ese aumento benefició en primer lugar a los países en desarrollo, donde se contabilizaron 2,7 millones de investigadores en 2007, mientras que cinco años antes su número tan sólo alcanzaba la cifra de 1,8 millones. En 2002, estos países contaban con el 30,3% de los investigadores del mundo, mientras que ahora representan el 38,4% del total mundial.