Samsung, uno de los mayores fabricantes de memoria del mundo, ha llegado a negarse a vender su propia RAM… a otra división de Samsung. Las grandes inversiones en infraestructura de inteligencia artificial han convertido la memoria RAM de alta capacidad y rendimiento en un recurso escaso. Los operadores de centros de datos están dispuestos a pagar precios muy elevados para asegurarse suministro, y fabricantes como Samsung, SK Hynix o Micron están dando prioridad a estos pedidos porque son mucho más rentables.