El arco es un arma tan antigua tan antigua que si Caín no la usó con el pardillo de su hermano fue porque le dio un avenate y se lo cargó a golpe de mandíbula burrera y, cegado por la ira, no cayó en la cuenta de que dos días antes se había fabricado uno. Bueno, eso no está demostrado de forma empírica, pero sí se sabe que al menos hace ya 50.000 años era un chisme conocido por nuestros ancestros y usado tanto para cazar mamuts como para apiolar a vecinos molestos.

El pasado sábado 29 de marzo, el programa La Sexta Noche se hacía eco de las agresiones que varios periodistas, entre ellos tres colaboradores habituales de eldiario.es que estaban cubriendo una manifestación por encargo de diferentes medios, recibieron por parte de agentes antidisturbios. El director de La Razón, Paco Marhuenda, puso en cuestión la veracidad de los vídeos ya que "había tres periodistas de un medio pequeñito, que ya es llamativo". A continuación, su contertulio Pablo Iglesias recordó que eldiario.es supera en más de 900.000

Pues va a ser que no. Por mi parte, al menos. En los últimos tiempos, un abogado de origen marroquí residente en España, en perfecto ejercicio de su derecho a solicitar, se ha dirigido a la Real Academia con la petición formal de que la palabra moro se defina en el Diccionario como racista, discriminatoria y xenófoba.

Tacones de vértigo, una exagerada melena rubia, un vestido rojo cuyo escote parece que va a unirse más temprano que tarde con la raja de su falda y un tono de piel amarillento – por no decir amarillo – que no deja lugar a dudas: se trata de un personaje de Los Simpson. Pero no es un personaje cualquiera. Desde luego, no es relevante ni tiene un especial protagonismo. Sale en pantalla exactamente seis segundos, durante los que pronuncia ocho palabras. Ni una más, ni una menos:“My name is Charo, I shake my maracas”