El término gabacho, de acuerdo con su étimo (pues procede del occitano gavach, ‘montañés’, y, por extensión, ‘palurdo’), designaba originalmente a los gascones, es decir, los habitantes de la región francesa al norte de los Pirineos centrales y occidentales, como explica Alonso de Castillo Solórzano en su novela picaresca La niña de los embustes (1692): «éste era natural de Gascuña, en Francia, a quien en nuestra España llamamos “gabachos”.