Las orientadoras, en femenino porque las mujeres son aplastante mayoría, valoran al alumno y, en caso de detectar algún trastorno o necesidad educativa, indican el protocolo pertinente. Un protocolo que, entre otras muchas cosas, detalla la tonalidad del bolígrafo con el que corregir los exámenes. «Pero lo que recomendamos siempre al docente es que aplique el diseño universal de aprendizaje, porque es una manera de dar respuesta a todo el alumnado, tanto al que tiene dificultades como al que no», señala Nieves Argibay, orientadora en el IES...