El sueño de la tercera estrella acabó en una decepción tremenda. España se va para casa en la primera eliminatoria, la de octavos de final del Mundial, tras caer con estrépito ante Venezuela (1-2), que protagoniza así una de las mayores sorpresas de la historia del torneo. Un encuentro que la Selección dominó, pero en el que nunca encontró la manera de superar la intensidad de su rival, que accede a cuartos de final y se medirá con Ucrania.