La estimulante jornada de ayer comenzó con la bilbaína Miriam Ocáriz, que volvía a Cibeles. Aunque, felizmente, sigue con los personalísimos estampados dibujados por ella misma, en esta interesante colección también opta por el blanco rotundo en vestidos donde brilla la estructura, el corte, el patronaje y el estudio del cuerpo