#47 Claro, porque los hombres no tienen foros para hablar de burnout, divorcios injustos, custodia de hijos o crisis de identidad por no encajar en el rol tradicional... Ah, espera, sí los tienen, solo que cuando lo hacen también se les tacha de victimistas o machistas. Lo de que nunca es voluntario es una afirmación tan paternalista como falsa. Que tú no concibas esa elección no la invalida. Algunas personas, hombres y mujeres, eligen con plena libertad un estilo de vida que a ti te incomoda, pero eso no lo convierte en esclavitud. Simplemente no gira en torno a tu visión del mundo.
#25#24 Yo no lo recuerdo como un programa serio, recuerdo especialmente mandar a una reportera a correr al lado de Rajoy cuando hacía ejercicio para mostrarnos como huye sin responder preguntas.
Rajoy se merecerá que le toquen los cojones en su tiempo libre, y más. Pero no es un formato serio hacer eso. Ya sabemos que Rajoy no quiere contestar, búscale en otro momento y no le persigas, pero no le grabes de esa manera como si fuera Sálvame.
#25Ningún catalán con cabeza e independentista...
Solo que esos no son los que están en los puestos de representación, donde se les ve y se les oye lo que dicen.
#11 ¿Qué fobia? Un Govern no puede apropiarse de la palabra "catalán" que incluye a muchas maneras de pensar o acusar de anticatalanismo al President de Aragón por defender sus intereses. Reducirlo todo al victimismo es demasiado simple y cansino.
#11 Pues no, lo que refleja es la hartura que tenemos ya con los independentistas catalanes, su apropiación de todo lo que signifca Cataluña y su victimismo cada vez que no se les da la razón.
#134 Sigo sin ver el caso. Sin por declaraciones como con las del Garzón se le puede levabtar el aforamiento medio Congreso de los diputados y tres cuartos del Senado estarían en la cárcel, son contar la oposición de losndiecisiete Parlamentos autonómicos.
A pesar de que el poder judicial, especialmente la cúpula esta bastante escorada a la derecha no creo que se quieran manchar con Manos Limpias estando completamente acreditados que no son más que un instrumento de denuncia de adversarios políticos.